El proceso de dibujar una portada

Hoy, más que nunca, dibujar se ha convertido en una tarea sumamente fácil y engañosa para el ojo inexperto. Existen todo tipo de herramientas cibernéticas al alcance de cualquiera que no sólo facilitan la tarea del ilustrador, sino que, en muchos de los casos, hasta llegan a "falsear" el trabajo que éstos se supone que hacen de manera más artesanal. Porque; ¿dibujar no consiste en rasgar con un lapicero sobre una hoja en blanco, borrando las veces que hiciera falta en el proceso, hasta conseguir el resultado deseado? Pues no, ya no.
Photoshop se ha convertido en algo más que un programa. Se ha convertido en una palabra mágica que lo transforma todo. Coja usted una foto suya, o en su defecto la de alguien más guapo que usted, y ábrala con Photoshop. Vaya al comando Filtro y elija "Bosquejar". Le aparecerá un abanico de posibilidades. Elija la opción de "Fotocopia", mueva los parámetros a su gusto y voilá, su dibujo está hecho. Han hecho falta dos o tres clics y usted se ha ahorrado tener que pasar toda una tarde dibujando o intentándolo.
El problema es que cuando se usa Photoshop se nota demasiado, dirá usted. Pues no. Todo está en saber manejar el programa correctamente.

Éste es el boceto original que se usó para hacer la portada del libro. Si pinchan sobre la imagen podrán verla más grande.



¿Si tuviera que apostar la vida, diría usted que este dibujo está hecho a mano o con Photoshop? Si yo tuviera que apostar la mía diría que está hecho a mano, porque es imposible conseguir algo así con Photoshop. Incluso los que sepan manejar muy bien Photoshop seguro que coinciden conmigo en eso.
Nuevamente están ustedes equivocados. Este dibujo se hizo con Photoshop.
¿Quieren saber cómo? Primero denle vueltas a esa imaginación que Dios les dió que ya iremos publicando más cosas a este respecto.
Hasta entonces se aceptan opiniones de cómo creen ustedes que se hizo. Opinen, opinen.